Consejos para la caza del macho montés
Seguro que en más de una ocasión habréis escuchado a vuestros amigos, conocidos o bien a otra personas sobre su pasión por la caza. Suele ser habitual en la mayoría de los pueblos y ciudades cercanos a las sierras y zonas de bosque organizar monterías, batidas de perdices o cazas de algunos tipos de aves y pájaros. Pero si hay un tipo de caza que atrae a cientos de personas cada año, es la caza del macho montés. Hoy veremos algunas formas de cazar a este animal de montaña.
Recechos de macho montés
Una de las formas más habituales es la caza de recechos de macho montés. Este tipo de caza predomina en muchas regiones españolas cercanas a la sierra y a la montaña. Con la caza de rececho de macho montés, el cazador debe elegir a la presa concreta que quiere cazar, y luego dedicarse a perseguirla para darle caza y poderla matar. Dicho así puede sonar muy fácil, pero lo cierto es que este tipo de caza requiere de una gran técnica y conocimiento, además de que se deben tener en cuenta varios factores.
Para poder buscar a la presa que han elegido y poder cazar el macho montés, el cazador debe acercarse a él de la manera más cuidadosa posible, y por supuesto, hacerlo en el más absoluto silencio y con la máxima tranquilidad para evitar que el animal se asuste y salga corriendo.
A la hora de acercarse a la presa, el cazador debe tener diversos factores en cuenta. Uno de ellos es la dirección y velocidad del viento, algo esencial para mantener su silencio y ocultar su posición.
También hay que tener en cuenta que en este tipo de caza de rececho de macho montés solo debe intervenir el propio cazador, y como mucho, el guarda del coto en el que se encuentre, quien le ayudará a transportar a la presa una vez que la haya cazado. La razón de que el cazador deba ir en solitario es sencilla, y es que es la única forma de mantener total silencio e ir poco a poco.
Además, hay que saber que el macho montés puede habitar en lugares diversos de la sierra, aunque suelen elegir los riscos más altos de la sierra para vivir. Esto conlleva que el cazador debe tener buena forma física para poder seguir al macho montés hasta donde se encuentre.
