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El gamo, rececho y trofeos
- May, 21, 2015
- cazalastmoment
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El gamo es un cérvido cuyo tamaño se encuentra intermedio entre ciervos y corzos y suele rondar los 50-70 kilogramos. En España, al ser una especie introducida siglos atrás, podemos encontrarlo en infinidad de zonas, la mayoría de ellas fincas privadas dedicadas a la caza en rececho del mismo. Entre sus hábitats de desarrollo más comunes encontramos bosques y dehesas, siempre con abundantes pastos para su alimentación.
En cuanto a su aprovechamiento cinegético, este animal es considerado como un trofeo muy preciado de primer nivel, colmando las expectativas de los cazadores más exigentes. Los periodos ideales para el rececho de este animal son los comprendidos entre octubre y marzo, aunque también puede ser abatido o en montería.
Hasta hace poco, se le consideraba una especie cinegética de fácil adquisición por el simple hecho de criarse en grandes explotaciones agropecuarias, lo que desprestigiaba el trofeo obtenido, pero años atrás esto ha cambiado, ya que, si este animal se encuentra en zonas abiertas y boscosas, su alcance se complica y es un ser vivo que explota al máximo sus mecanismos de supervivencia.
Uno de los periodos para abatir esta especie cinegética es la época de celo o “ronca”, coincidiendo además con la época montera abierta. Periodo que podemos considerar idóneo para el rececho del mismo, ya que nos podemos guiar por los ronquidos de los machos, aunque hay que tener muy en consideración a las gamas y su eterna vigilancia. La estrategia utilizada para la cacería del gamo es muy similar a la usada en el rececho del venado en berrea, resultando muy conveniente no esperar hasta el final del celo para darle batida. Ya que esta espera puede hacer que perdamos un gran trofeo ya que las cuernas de los animales se estropeen y desgasten por la lucha entre los mismos por la consecución de la hembra.
A la hora de medir la calidad de un trofeo, se han de tener en cuenta muchos factores, entre los que encontramos la longitud de las cuernas, luchaderas y palas, la anchura de estas últimas, el perímetro de las rosetas y cuernas, el peso y la belleza del animal, determinado por el color y calidad de las cuernas. Estos factores o criterios se ven acrecentados si pertenecen a animales provenientes de zonas abiertas que no gocen de aportación de agua y alimentos provenientes de los dueños de las fincas. Todo esto va sumando puntos considerando medalla de oro a la consecución de 180 puntos o más, de plata entre 170-179,99 y de bronce 160-169,99.