Inicio » Los aguardos de jabalíes, cómo se llevan a cabo estos
Los aguardos de jabalíes, cómo se llevan a cabo estos
- Jun, 09, 2016
- cazalastmoment
- Sin comentarios.
Ahora que ha finalizado el periodo de monterías y batidas y llega la época de los aguardos de jabalíes, repasaremos algunos consejos fundamentales para tener éxito a la hora de abatir a ese animal tan listo, paciente e intuitivo.
Las esperas o aguardos de jabalíes, incluso en los meses de invierno, suponen un ejercicio de caza esquiva y solitaria que requiere de gran concentración y de mucha paciencia. Y es que es necesaria una gran preparación a la hora de ubicar el puesto y mucha sabiduría y afición para aguardar mientras esperamos el momento oportuno. Pero intentar abatir a un animal como el jabalí en un entorno al que estamos poco acostumbrados y hacerlo de noche también supone una experiencia única y muy emocionante que nunca deja indiferente a nadie que ame la caza pues no hay dos esperas iguales.
-
La localización del jabalí
Si queremos hacernos con un buen ejemplar, el primer paso es dedicar tiempo a localizar los rastros y huellas que ha dejado el animal y que nos servirán para saber el radio por el que se encuentra o si se trata de una piara o de un joven macho solitario. Debes saber que a los jabalíes les encantan las zonas cultivadas de trigo mocho, pané o sin raspa. Para saber si ha pasado por allí recientemente, bastará con comprobar si las papillas que escupen de las madejas de fibra que ingieren están todavía frescas. Si es así, es muy probable que vuelva al mismo lugar a la noche siguiente. Lo que debemos hacer entonces es buscar los sitios de entrada y salida para situar nuestro puesto.
-
Elegir el lugar para ubicar el puesto
Como es lógico, deberemos ubicar nuestro puesto en un sitio que cuenta con buena visibilidad, pero que al mismo tiempo nos mantenga ocultos y resguardados del viento. Si el terreno nos lo ofrece, buscaremos un desnivel de varios metros. Hay que tener en cuenta que el jabalí es un animal muy listo y si le damos la más mínima señal de nuestra presencia, no dudará en huir. Y es que el jabalí pone los cinco sentidos en alerta antes de dar un paso. Si nota algo extraño, frenará hasta sentirse completamente seguro. Y todo ello sin que muchas veces nosotros nos percatemos de su presencia y sin saber el motivo por el que ha podido marcharse.
Una vez que hayamos elegido el lugar, lo limpiaremos de maleza y de piedras para evitar hacer ruidos de forma involuntaria durante el aguardo y lo camuflaremos con ramas para evitar ser vistos. Eso sí, no demasiadas para evitar modificar excesivamente el hábitat natural al que el jabalí está acostumbrado, pues podríamos hacer que desconfíe.
-
La importancia de los periodos lunares
El mejor momento para llevar a cabo una espera de jabalí es cuando la luna se encuentra en cuarto creciente, ya que permite distinguir al animal merodeando por la zona, lo que además contribuye a disfrutar más de la cacería. Es cierto que los aguardos más bonitos son en luna llena, pero también es más complicado pues deberemos permanecer más horas en el puesto y sin hacer ningún ruido.
-
Llegada y permanencia silenciosa en el puesto
Para llegar hasta el puesto por la noche, si vamos en coche, es recomendable dejarlo en algún lugar que sea fácil de reconocer y no muy lejos, a ser posible protegido por la propia orografía del terreno. Durante el trayecto, es conveniente caminar por algún sendero que se encuentre cerca del puesto. De esta forma, evitaremos hacer ruido e ir dejando neustro rastro en la vegetación.
Una vez ya en el puesto, es importante mantenerse completamente en silencio sin hacer ruido y, por supuesto sin fumar. Jamás debemos perder la concentración, ya que esto podría llevarnos a cometer errores que harían que la presa salga huyendo: cambios de postura que provoquen chasquidos en alguna rama o desplazamiento de piedras, carraspeos, picaduras de insectos o el brillo del arma. Todas estas cosas son percibidas fácilmente por el jabalí, que no dudará en marcharse rápidamente sin que nosotros siquiera nos hayamos percatado de ello.
-
Aprender de los errores
Abatir a un jabalí no es tarea sencilla, ya que no avanzan sin antes husmear la zona en la que se encuentran. En cambio, las piaras no son tan recelosas y siempre priman la comida y el baño a su seguridad. Con lo cual, si después de una noche de espera no hemos conseguido hacernos con la presa, debemos analizar si hemos podido cometer algún error que haya podido provocar que el animal se haya dado la vuelta. De esta forma, podremos mejorar nuestra técnica en los próximos aguardos de jabalí.