Cómo se lleva a cabo el rececho del muflón

rececho del muflón

Si existe una especie venatoria que ha ido cobrando carta de naturaleza en España tras haber sido introducida, considerándose actualmente prácticamente autóctona y cuenta con una amplia implantación de diversas áreas de caza, esa es, sin duda, el muflón.

El muflón es un ungulado con un peso que no suele ser superior a los 50 kg. Una especie que hace milenios se encontraba muy extendida por el continente europeo pero que, debido a la caza excesiva  y a los cambios climáticos, terminó quedando relegada únicamente a las islas de Córcega, Cerdeña y Chipre. En la actualidad, podemos encontrarla en muchos territorios de Europa y de España gracias a las repoblaciones que se han ido efectuando con fines cinegéticos y se encuentra en expansión, especialmente en las zonas montañosas. Y aunque su hábitat natural es el Mediterráneo, cuenta con una gran capacidad de adaptación a diversos paisajes extremos y a distintos tipos de alimentación, alternando la superficie forestal y arbustiva con pastos.

Por lo general, es una especie sedentaria, con carácter gregario, que se reproduce con facilidad cuando las condiciones son favorables y la presión de los depredadores son los idóneos. Una hembra puede tener varias crías y al no tener un depredador natural, solamente el ser humano, se está reproduciendo con gran rapidez.

El rececho del muflón es una de las más apasionantes. Aunque puede cazarse en montería, la caza de rececho es una de las más extendidas en nuestro país. Los muflones son animales enormemente gregarios y en cuanto notan las primeras ladras, salen huyendo en manada, Con lo cual resulta muy complicado elegir a un ejemplar determinado y abatirlo. Es por ello por lo que la modalidad de montería ha quedado como una opción para diversificar un poco la oferta y completar el plantel de reses abatidas.

Así pues, lo más habitual es el rececho, pues nos permite valorar mejor a la presa si queremos conseguir un trofeo y disparar o esperar a otro ejemplar que se ajuste a nuestras expectativas. Esta modalidad consiste en buscar al animal, realizando un acercamiento lo más silencioso posible, siempre con el viento a favor para no ser detectados. Pero incluso en montería es complicado, ya que cuando tienen la más mínima sospecha de presencia humana, salen huyendo en manda. Y es que el muflón es un animal muy desconfiado.

En la caza o los recechos de muflones solamente participa un cazador acompañado de un guarda  que va guiando sobre el terreno y que conoce cuáles son las zonas de mayor abundancia y dónde suelen encontrarse las presas. Es por ello que el éxito o el fracaso dependen en menor medida de las circunstancias ajenas. Es el conjunto de nuestra  estrategia, nuestra vista y nuestra puntería lo que realmente hará que consigamos abatir al animal.

Con lo cual, es recomendable que el cazador se encuentre en buena forma física y que tenga cierta experiencia en el tiro, ya que los disparos suelen realizarse a más de 100 metros. Hay que tener en cuenta que si decidimos disparar y fallamos, perderemos la oportunidad, pues toda la manada saldrá huyendo. Además, es muy importante hacerlo con el viento a favor y ocultarnos tras la vegetación, pues los muflones poseen un oído y un olfato muy desarrollados, por lo que son capaces de detectar la presencia humana a mucha distancia. Una vez que localizados, deberemos realizar la entrada sin prisas, estudiando bien el terreno, marcando el lugar desde donde podemos tirar y, por supuesto, sin hacer ningún ruido. Es importante dar cada paso con cuidado, ya que el simple ruido de una ramita o de las hojas del suelo puede hacernos perder a la presa.

Generalmente los muflones suelen estar en grupos, por lo que determinar claramente cuál es el animal al que vamos a tirar no solamente es recomendable, sino necesario. El rececho es una modalidad que requiere paciencia. Nunca debemos apresurarnos, ya que hay más posibilidades de fracaso que de éxito. Solamente si planificamos bien nuestra estrategia, sabemos valorar nuestras opciones y tenemos pericia disparando, conseguiremos nuestro ansiado trofeo.